No lleva ni un mes y ya he visto de todo. Para el que no lo sepa, en el Parque de Cristobal Gabarrón han puesto un gimnasio al aire libre con máquinas de autocargas. Este gimnasio es para el uso y disfrute de todos, pero siempre que el uso sea el correcto.
Lo primero, es que no es un juguete para niños, para eso ya estan los columpios señores.
Lo segundo, es que no es un banco para estar de charlas con las amigas mientras tus hijos corretean por doquier porque para eso ya tenemos las decenas de bancos que hay distribuidos por todo el parque.
Tampoco son unas máquinas en las que llevar a los niños a que las escalen o salten encima... porque para eso ya tenemos justo al lado una instalación para tal fin.
No es la primera vez que veo desde mi ferretería a un corredor que pasa mirando las máquinas con ganas de usarlas y que tiene que seguir su marcha por alguna de estas razones.
Por último, lo más grave de todo. En este pueblo no podemos tener nada, lo rompemos, ¿por qué? no lo se. A la semana y media de estar instalado, ya había una máquina volcada y otra a la que le faltaba una protección de seguridad, y ahora, a las 3 semanas ya hay otra máquina rota.
Si seguimos con esta forma de pensar y actuar nuestro pueblo no va a evolucionar nunca.
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